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Ciudades por la buena alimentación y el clima

¿En qué consiste El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima?

Tomando como base la Declaración de las Ciudades por la Buena Alimentación (C40 Good Food Cities Declaration), firmada por el grupo de ciudades C40 y el Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (MUFPP), El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima (del inglés, The Barcelona Challenge for Good Food and Climate) es un llamamiento a los municipios y a sus habitantes para que asuman compromisos para la transformación de sus sistemas alimentarios con el fin de hacer frente a la emergencia climática. Esta iniciativa propone un conjunto de indicadores básicos para ayudar a comprender los impactos positivos que estos compromisos podrían suponer en términos prácticos para el municipio, su ciudadanía y el clima. Además, la iniciativa proporcionará una plataforma para mostrar el compromiso y el liderazgo de los municipios en el nexo entre la alimentación y el clima en el marco del VII Foro Global del MUFPP, que se celebrará en octubre, poco antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que tendrá lugar en Glasgow en noviembre.

¿Qué pretende El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima?

En 2019, 14 ciudades del mundo firmaron una ambiciosa declaración, la de las “Ciudades por la Buena Alimentación” lanzada por C40 con el objetivo de acelerar la transformación de los sistemas alimentarios de las ciudades para combatir la emergencia climática. A través de esta declaración, todas las ciudades firmantes se comprometieron a trabajar para alcanzar una «Dieta de Salud Planetaria» para todas las personas en 2030, una dieta equilibrada y nutritiva y adecuada a la cultura, geografía y demografía de cada ciudad. Para conseguirlo, la Declaración fomentaba medidas que adaptan la compra de alimentos de las ciudades a la Dieta Planetaria, secundando un aumento general del consumo de alimentos ecológicos, saludables y de origen vegetal, reduciendo la merma y el desperdicio de alimentos en un 50 % y desarrollando estrategias para poner en práctica estos compromisos, por ejemplo, integrándolos en el Plan de Acción Climática de la ciudad. La firma de esta Declaración supuso un paso valiente para muchas ciudades de todo el mundo, ya que demostró que entendían la necesidad de transformar nuestra forma de comer para luchar contra la emergencia climática. Muchas ciudades, como Barcelona, Milán, Los Ángeles, Seúl y Lima, ya están aplicando con éxito estrategias para alcanzar los objetivos marcados.

El año 2021 se está convirtiendo en un punto de inflexión en el que las ciudades se reconocen como agentes clave en la configuración de las acciones alimentarias y climáticas. La Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, que se está celebrando este año y culminará en septiembre, ha demostrado el importante papel que desempeñarán los sistemas alimentarios en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y también ha puesto de relieve la amplia gama de estrategias de cambio que pueden iniciar multitud de protagonistas, incluidos los municipios. Del mismo modo, reconocer la importancia de transformar los sistemas alimentarios para hacer frente a la emergencia climática y el papel que pueden desempeñar las ciudades en esta transformación serán cuestiones fundamentales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), que se celebrará en noviembre en Glasgow. En este sentido, la “Declaración de Glasgow por la Alimentación y el Clima” representa un compromiso unificado de los gobiernos subnacionales para situar la alimentación y la agricultura en el centro de la respuesta global a la emergencia climática. Las dos cumbres de la ONU mencionadas anteriormente están creando una muy buena oportunidad para avanzar en la acción política global centrada en el nexo entre alimentación y clima.

En esta línea, una alianza formada por ciudades, redes de ciudades, grupos de expertos y agencias gubernamentales ha identificado una ventana de oportunidad para abordar el nexo entre alimentación y clima, relanzando la Declaración de las Ciudades por la Buena Alimentación en el contexto del VII Foro Global del Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (Pacto de Milán o MUFPP, por sus siglas en inglés), que se celebrará entre el 19 y el 21 de octubre en Barcelona: El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima (del inglés, The Barcelona Challenge for Good Food and Climate).

Este renovado llamamiento a la acción tiene como objetivo construir y ampliar los compromisos alimentarios que se han adoptado anteriormente desde los municipios y los procesos que ya están en marcha en relación con la producción, distribución y consumo de alimentos suficientes, sanos, justos, sostenibles y culturalmente aceptables para toda la población, así como con la reducción del desperdicio alimentario. Así, El Reto de Barcelona pretende avanzar partiendo del Pacto de Milán, introduciendo compromisos transversales que hagan especial hincapié en la acción climática. La propuesta se basa en el Marco de acción del Pacto de Milán, que es el marco más reconocido y utilizado para desarrollar políticas alimentarias locales.

El Reto de Barcelona pretende convertirse en una herramienta que pueda ser utilizada en todo el mundo para que las autoridades locales, en estrecha colaboración con la ciudadanía como protagonista, se comprometan con la acción climática recopilando, visualizando y catalizando acciones específicas dirigidas a distintos ámbitos del sistema agroalimentario. Estas acciones tendrán un impacto en la mitigación y adaptación a la emergencia climática durante el periodo 2021-2030. Al mismo tiempo, contribuirá a destacar el compromiso y liderazgo de los municipios en estas cuestiones.

Las ciudades que se adhieran al Reto de Barcelona obtendrán una gran visibilidad en la lucha contra el cambio climático a nivel internacional. También entrarán en una comunidad de ciudades afines, de redes urbanas nacionales e internacionales, organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas clave que les ayudarán a mejorar el impacto de mitigación y adaptación de sus políticas alimentarias, actuando como marco de orientación y proporcionando ejemplos de buenas prácticas y oportunidades para el intercambio y monitoreo de experiencias.

¿Quién impulsa El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima?

Las organizaciones impulsoras son el Ajuntament de Barcelona y las siguientes redes de ciudades: Red de Ciudades por la Agroecología (España), Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas, C40, Terres en Villes (Francia) y Sustainable Food Places (Reino Unido).

¿Qué propone El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima?

El Reto de Barcelona aborda dos desafíos fundamentales: la mitigación del cambio climático y la adaptación a la emergencia resultante mediante el compromiso de transformar los sistemas agroalimentarios locales para garantizar el acceso a dietas suficientes, sostenibles, saludables y nutritivas para todas las personas, evitando así la vulnerabilidad alimentaria y potenciando la justicia alimentaria.

El Reto de Barcelona pretende enfrentar estos dos desafíos impulsando y apoyando acciones específicas dentro de las seis categorías de acción del Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas. Para cada categoría hay un enfoque principal de las acciones que deben llevarse a cabo. Las ciudades firmantes de la Declaración de las Ciudades por una Buena Alimentación de C40 tendrán material de fácil lectura, especialmente en lo que respecta a las dietas sostenibles, la nutrición, el desperdicio de alimentos y la equidad social y económica.

¿Cómo se pueden unir las ciudades al Reto de Barcelona por la Buena Alimentación y el Clima?

El Reto de Barcelona está abierto a municipios de todo el mundo. Para unirse, los gobiernos municipales deben registrar, a través de una página web específica, las acciones que ya están desarrollando o que tienen previsto desarrollar de aquí a 2030. Cabe destacar que cada ciudad puede tener compromisos ligeramente diferentes, en función de sus propios contextos agroalimentarios, políticos, sociales y económicos, que irán configurando de forma particular los Planes de Acción Climática de su ciudad. Se anima a las ciudades a desarrollar al menos una acción en tres de las categorías. En el Anexo I se pueden encontrar ejemplos de acciones que pueden llevarse a cabo (también estarán disponibles en el sitio web de la iniciativa). Es importante señalar que este marco puede adaptarse a los contextos locales incluyendo otras acciones además de las sugeridas.

Las ciudades interesadas rellenarán un cuestionario en línea en el sitio web de la iniciativa, subirán el compromiso oficial del órgano de gobierno municipal y proporcionarán un resumen de dos páginas sobre las acciones en las que pretenden trabajar, las categorías elegidas, el calendario para cada acción (de 2021 a 2030) y el departamento o departamentos encargados de ejecutar dichas acciones (documento de Compromiso oficial de la ciudad).

El sitio web permitirá a las ciudades estimar, registrar, visualizar y descargar los impactos potenciales de la consecución de los compromisos de la iniciativa. Estos se refieren no solo a la reducción de las emisiones de GEI, sino también a otros impactos sociales, ecológicos o económicos (por ejemplo, vidas salvadas, empleos creados, agua ahorrada, etc.).

El Reto de Barcelona puede recibir el apoyo de socios y colaboradores, como redes nacionales o internacionales de ciudades, organizaciones de la sociedad civil y otro tipo de organizaciones, que no sean municipios pero que estén interesadas en colaborar y fortalecer este proceso.

¿Qué ocurrirá tras el VII Foro Global del Pacto de Milán?

Los municipios pueden unirse a El Reto de Barcelona incluso después de octubre de 2021. A partir de marzo de 2022 se pondrán en marcha dos acciones que se extenderán hasta finales de año. La primera acción consistirá en el seguimiento de los compromisos de las ciudades a través de un informe: “EL Reto de Barcelona, un año después» que se presentará en el VIII Foro Global del MUFPP. Las redes nacionales e internacionales de ciudades están invitadas a colaborar en el apoyo y seguimiento del desarrollo de los compromisos de sus miembros. La segunda acción consistirá en la organización de un programa de intercambio de aprendizajes dirigido a técnicos de ayuntamientos y cargos electos de municipios que han abordado el cambio climático a través de políticas locales de alimentación sostenible y saludable. Se anima a los socios y colaboradores del Reto de Barcelona a reforzar este programa.
Debido a la coincidencia de los objetivos de la Declaración de las Ciudades por la Buena Alimentación de C40 y El Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima, las ciudades de C40 que se comprometan con El Reto de Barcelona podrán figurar como firmantes de la Declaración por una Comida Saludable en las Ciudades del C40 (siendo necesario comprometerse al menos en las categorías 2 y 6). Para obtener más información, póngase en contacto con Stefania Amato, Directora de Sistemas Alimentarios de C40 (samato@c40.org). Del mismo modo, las ciudades miembros de C40 que hayan firmado la Declaración de las Ciudades por la Buena Alimentación pueden poner en marcha sus compromisos actuales como parte de su participación en El Reto de Barcelona.

Fuente: Barcelona Challenge. Good Food and Climate